Nos encontramos ante la que pienso es la primera gran hijoputez de la historia. Estoy hablando de la historia de Adan y Eva. Y es que estaba tan tranquílo Adan sólo en el paraiso, rascandose la barriga sin preocuparse de un sueldo, matandose a pajas y con un terrenito preparado para construirse un adosado, cuando a Dios se le ocurre de crearle una compañera. Por culpa de esta compañera Adan perdió una costilla (más tarde perdería la tarjeta de crédito, y luego la casa, el coche, ...) pero a cambio... a cambio... a cambio nada, porque por su culpa a Adan encima lo expulsaron del paraiso (con el adosado a medio hacer) y tendría que ganarse el pan con el sudor de su frente. Y todo esto por la hijoputez que le hizo Eva de morder la manzanita cuando ya Dios le habia advertido que ese árbol ni olerlo, pero ella como si nada, se dejó comer el coco (como muchas veces pasa) por la serpiente. Evita, guapa, si tenías hambre te podías haber comido un platano o un nabo por ejemplo.




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